10.10.12

Pedro A. González Moreno (Como sobre a pedra)



 
 
Como sobre la piedra,
sin piedad y sin ruido,
actúa la erosión sobre la carne,
con ese suave roce
que al mismo tiempo saja y acaricia
como una áspera seda que tuviese
algo de beso y algo de navaja.


Todas las formas de erosión pasaron
voraz y minuciosa-
mente sobre esta piel vacía.
Vino
primero la ceniza, con sus flores de escarcha,
con su tacto de invierno, su color de luciérnagas
sin brillo, con sus calles
sin cal y sin regreso
y sus ciegas señales de una lumbre ya extinta.
 
 
Pedro A. González Moreno
 

 

Como sobre a pedra,
sem piedade e sem ruído,
a erosão actua sobre a carne,
com um suave roçar
que ao mesmo tempo corta e acaricia
como seda áspera que tivesse
algo de beijo e algo de navalha.

 
Todas as formas de erosão passaram
voraz e minuciosa-
mente sobre esta pele vazia.
Primeiro
chegou a cinza, com seus rebentos de orvalho,
com seu tacto de inverno, sua cor de pirilampos
sem brilho, com suas ruas
sem cal e sem regresso,
seus cegos sinais de um fogo extinto. 
 
(Trad. A.M.)

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